Mes pensées
Aujourd´hui c´est le 24 Janvier 2015
Hoy iba en el autobús y junto a mí ha entrado una pareja de ancianos. Eran de constitución muy menuda y el paso del tiempo les hacía parecer aún más frágiles y empequeñecidos. Las manos ensortijadas de ella no conseguían hacer desviar la mirada de las huellas del tiempo sobre su piel.
Él tenía la sonrisa bobalicona del que está ya haciendo malabares con su cordura.
Tal vez el tiempo había hecho que acabaran pareciéndose, o tal vez fue así desde el principio. Su historia de amor se leía en sus miradas, en la mano tendida de él hacia ella para ayudarla a bajar del autobús, en su cómplice andar pausado,en su mutuo recogimiento al caminar sobre la acera, luchando por mantener el equilibrio que les permitiera esta vez no caer.
De pronto, sentí que este amor visto desde la tercera persona que yo era, me hacía sentirme feliz. Feliz de que exista algo tan hermoso y afortunada porque mi mirada indiscreta me había hecho sentirme dichosa en este corto trayecto matutino.
25/01/2015
La felicidad en la punta de las manos
A veces la felicidad es caminar descalzo sobre el suelo que siempre pisas y hacerlo como si fuera la primera vez. Es escuchar el ruido de la mañana de tus seres queridos, y sentir que es armónico y que hay incipientes gorjeos matutinos que anuncian que el día amanece cargado de esperanza.Es sentir que sólo con la luz basta para templar el alma a veces desabrida.
Hoy iba en el autobús y junto a mí ha entrado una pareja de ancianos. Eran de constitución muy menuda y el paso del tiempo les hacía parecer aún más frágiles y empequeñecidos. Las manos ensortijadas de ella no conseguían hacer desviar la mirada de las huellas del tiempo sobre su piel.
Él tenía la sonrisa bobalicona del que está ya haciendo malabares con su cordura.
Tal vez el tiempo había hecho que acabaran pareciéndose, o tal vez fue así desde el principio. Su historia de amor se leía en sus miradas, en la mano tendida de él hacia ella para ayudarla a bajar del autobús, en su cómplice andar pausado,en su mutuo recogimiento al caminar sobre la acera, luchando por mantener el equilibrio que les permitiera esta vez no caer.
De pronto, sentí que este amor visto desde la tercera persona que yo era, me hacía sentirme feliz. Feliz de que exista algo tan hermoso y afortunada porque mi mirada indiscreta me había hecho sentirme dichosa en este corto trayecto matutino.
25/01/2015
La felicidad en la punta de las manos
A veces la felicidad es caminar descalzo sobre el suelo que siempre pisas y hacerlo como si fuera la primera vez. Es escuchar el ruido de la mañana de tus seres queridos, y sentir que es armónico y que hay incipientes gorjeos matutinos que anuncian que el día amanece cargado de esperanza.Es sentir que sólo con la luz basta para templar el alma a veces desabrida.
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